miércoles, 28 de diciembre de 2011

Encerrada



Marnie es una chica que, tras la muerte de su madre Skye, una famosa cantante de gospel, está internada en un reformatorio. Allí no encaja bien, y solo tiene como compañía un ordenador en el cual pasa horas jugando a un juego de fantasía, en un mundo llamado Paliopolis, donde se llama Hechicera.
En este juego encuentra a Elfo, un chico al que no conoce, pero con el que compite incansablemente por obtener una mayor puntuación. A Marnie no le van muy bien los estudios, por ello su profesora de química, la señorita Slaight, pretende ayudarla. Un día, Slaight invita a Marnie a un restaurante a las afueras de la ciudad.
Antes de que sirvan la comida en la mesa, la señorita Slaight coge a Marnie, la sube en su coche y cuando llegan a una casa, la encierra en el sótano.
Marnie está confusa, no sabe qué es lo que está pasando, pero pronto Slaight le cuenta que no quiere hacerle daño, que la verdadera razón por la que está encerrada es porque tiene que decirle algo importante: ambas son hermanas. A Marnie no le hace ninguna gracia y piensa que se trata de una broma, pero la cosa parece ir en serio. Marnie planea, una vez que está sola en el sótano, la forma de escapar. Allí solo dispone de una manta, de una botella de refresco semivacía y de un catre. Finalmente y tras elaborar un meditado plan, cuando Slaight entra de nuevo en la habitación, la chica le lanza la botella de refresco en la cara y sale huyendo. En la casa hay unas escaleras que conducen al exterior y por las que Marnie sube. Pero de repente, un chico baja y ambos se chocan. Slaight los encierra a ambos. El chico resulta ser Elfo (realmente se llama Frank Delgado), y éste tiene una herida en el tobillo como consecuencia de un disparo anterior de Slaight. Durante los días posteriores se establece una convivencia y un intento de fuga por parte de Marnie y Elfo. Ambos se han enamorado. Un día, cuando están hablando, Marnie se percata de que la puerta está abierta y sale en busca de ayuda, pero encuentra a Slaight, quien se hace llamar Lea. Ésta quiere hablar con ella, pero al final, y antes de que Marnie pueda hacer nada, Slaight se suicida. Los días posteriores son un poco confusos. Marnie no sabe nada de Elfo, y para colmo, su tutor Max le cuenta unas escalofriantes historias del pasado de su madre, Skye. Cuando todo parece ir mal, a Marnie le empiezan a ir las cosas bien.
Este libro es un relato realmente bueno. La autora consigue crear un ambiente de suspense que hace que el libro te envuelva y que no puedas parar de leer. Lo recomiendo, sobre todo a las personas que disfrutan con los libros que cambian y dan un giro inesperado hasta la última página.


Claudia García Cobarro (3º ESO A. 2011)

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