miércoles, 18 de enero de 2012

La casa de los espejos



Jason y Rick, tras volver del Antiguo Egipto, le contaron a Julia todo lo que les había ocurrido allí. Igual hizo Julia contando lo ocurrido en el jardín de Villa Argo. Los tres chicos, después de desayunar, decidieron bajar al pueblo a investigar y a comprar medicinas para Nestor. Cuando estaban bajando al pueblo por la gran cuesta, a Jason no le funcionaron los frenos de la bici y él se fue al césped y la bici al agua.

Llegaron a la casa del doctor del pueblo y vieron un cuadro hecho por Penélope, mujer de Ulysses. Detrás del cuadro había un peón de ajedrez. Los chicos cogieron el peón y a Jason le regaló el doctor la bici rosa de su hija.

Los hermanos Covenant (Jason y Julia) y Rick decidieron ir a casa de Oblivia a por el mapa. Mientras iban de camino vieron a Manfred y a Oblivia en moto, con destino a la casa de los espejos, donde se encontraba una puerta del tiempo. Los chicos decidieron seguirlos, ya que ellos no sabían dónde estaban las puertas del tiempo.

Al llegar a la casa de los espejos vieron que Oblivia había contratado a una empresa de derribos para que tirasen la casa y así encontrar la puerta. Los chicos entraron por detrás sin que los viesen. No encontraron nada de interés, y Julia se dio cuenta de que los objetos se movían, pero no la creyeron.

Al irse los chicos rajaron la moto a Manfred y se fueron otra vez a Kilmore Cove, a la tienda de Peter Dedalus, propietario de la casa de los espejos. Para entrar no había cerradura: sólo un sistema matemático que nadie había descifrado. Los chicos lo hicieron. Entraron en la tienda y cogieron un papel que estaba escondido tras un enigma de ajedrez con las fichas iguales a la que había cogido Julia en la casa del doctor.

Los chicos llegaron a Villa Argo y le enseñaron el papel a Nestor, y él se quedó sorprendido al ver que habían entrado en la tienda de Peter. Nestor decidió enseñarles una habitación secreta y así los nombró caballeros de Villa Argo y Kilmore Cove, contándoles casi todo lo que sabía. Después de esto, Rick se fue a su casa y se paró en el cementerio para ver el sepulcro de su padre.


José Mª Martínez Villa (2º ESO B. 2012)

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